RR.EE. debe trabajar en un mapeo estratégico con miras al Brasil
Hay coincidencia plena en que Brasil está mejor preparado que todos en la región para enfrentar la crisis que se espera tendrá pleno impacto en los primeros seis meses del próximo año. Para que el Paraguay aproveche esa fortaleza del vecino país, sería recomendable una tarea más fuerte y un rol proactivo del Ministerio de Relaciones Exteriores con un mapeo estratégico.
Tenemos que observar y estar conscientes de la potencia que ha empezado a ser el Brasil. Este país cuenta con la octava reserva internacional del mundo (sus reservas internacionales sumaron US$ 206.000 millones a octubre último) y un PIB nominal estimado al 2007 de US$ 1.313.590 millones, que lo ubica como el décimo país más grande del mundo, acorde a su producción, y está ubicado más o menos en sexto lugar como foco captador de inversión extranjera directa. Pero podemos ver que, como cualquier otra potencia económica, no es que el Brasil está mejor preparado, sino que, a mi criterio, se han emitido señales muy sólidas de combate a la crisis a nivel país. De hecho, podemos ver que sus fundamentos macroeconómicos están fuertes, con una inflación controlada y la ventaja de contar con una amplia reserva como colchón estabilizador en el mercado cambiario. Ahora, esto indudablemente ayuda a estar mejor preparado para la crisis. Pero creo que lo más importante fueron las señales que el mismo presidente Lula ha dado en dos grandes hechos muy publicitados en el ámbito económico. Primero, en su rol de negociador y aglutinador de los países emergentes ante los del G-7, y, por otro lado, la posición del gobierno de que el programa de crecimiento acelerado sigue sin cambios en su rumbo.
¿Qué deben hacer nuestras instituciones para protegerse a la sombra de esa mejor posición brasileña?
Las estadísticas hablan de una fuerte dependencia paraguaya del Brasil en el campo económico, no solo en materia de exportación, sino también en la incidencia en el consumo familiar. Creo que acá no hay ninguna tarea nueva para las autoridades, ya sea el Banco Central del Paraguay (BCP) o el Ministerio de Hacienda, debido a la larga data de dependencia económica. Las autoridades monetarias deben ir monitoreando periódicamente el comportamiento de tasas de interés y del real brasileño, y esto el BCP ya lo está haciendo habitualmente.
Mapeo estratégico
Lo que sí sería recomendable es una tarea más fuerte y un rol proactivo del Ministerio de Relaciones Exteriores, que más allá de los conflictos actuales, debe tratar de crear y fortalecer un mapeo estratégico de inversión brasileña en varios rubros y servicios. Además, figurativamente, podemos decir que si en el “show room” o pieza de exposiciones del Mercosur, Brasil como potencia tiene los ojos del mundo puestos e invertidos en él; lo que tenemos que ver los paraguayos es aprovechar más el espacio nuestro en ese “show room” y captar inversiones y espacio a nivel mundial. Y esto se hace con un buen mapeo de política económica internacional, con metas y productos bien claros.
Remesadores
Algunos se preguntan qué hacemos si hay retorno masivo de compatriotas que hoy trabajan fuera del país, lo que podría repercutir en el volumen de las remesas familiares desde países como España y EE.UU., cuyas economías se deprimen. Acá quiero destacar que cuando se analiza el tema de remesas, es preciso partir de su naturaleza y función como recurso de fondeo. De hecho, es sabido que una economía no puede fijar su desarrollo sustentable de largo plazo basado en recepción de remesas, por dos razones: primero, porque es un fondo versátil de corto plazo y muy dependiente de la bonanza del centro de remisión. Y, por otro lado, si uno mira el destino de las remesas de paraguayos, no ha servido mucho para formar ahorro e inversión, sino que se ha destinado al consumo familiar. No se puede negar que fue la variable estrella en tiempos de bonanzas para nuestro país
Por otro lado, el problema de empleo para los que retornan. Lo bueno a destacar del regreso es que la mano de obra que vuelve está más capacitada en servicios y trabajos. Desde ese punto de vista, el hecho de haber contado con una experiencia internacional es un punto importante que puede ser un factor acelerador de la economía.
En primer lugar, el Gobierno, a través de las dependencias responsables de los temas laboral y de migración, debe crear un programa de empleo e inversión productiva que solvente el retorno de migrantes paraguayos. Se debe partir de una base para ver la forma de reinsertarlos en la economía nacional. Y, complementariamente, a estas soluciones macros se debe bajar a lo micro con estrategias que tiendan a la creación de cluster, de centros de servicios no solo en la capital, sino a nivel de gobernaciones y municipalidades. Ver maquiladoras, políticas de emprendedurismo, o sea, un conjunto de medidas laborales que consideren la heterogeneidad de los migrantes que regresan.
Captación de inversión
La crisis es oportunidad, y nosotros podemos aprovechar. Seguro que habrá muchos inversionistas que hoy, ante la situación, estarán buscando nuevos horizontes para su dinero.
Es muy cierto. En este ambiente globalizado, la crisis es una ventana por la que salen airosos los que cuentan con una visión ganadora buscando oportunidades. El Paraguay tiene muchas fortalezas para atraer inversiones. Hay cosas muy vendibles para los inversionistas: la mano de obra barata y abundante, los recursos naturales abundantes, el bajo nivel de costo de vida, la forma simple de cultura, entre otros. Sin embargo, el país debe contar con un elemento no económico vital para atraer inversores: la seguridad legal y física. Hay que inspirar confianza para atraer inversionistas. En este sentido, la solución sería ver un marco de captación de IED no sustituta del comercio ni de la producción, sino complementaria y dirigida también a nuestro mercado de capitales.
Zulma Espínola (*)
zeg2706@gmail.com
* Economista del BCP, docente de Ciencias Económicas (UNA) residente en Corea. Columnista invitada.
http://www.abc.com.py/2008-12-07/articu ... -al-brasil