Los nuevos misiles chilenos y la superioridad naval regional
Enviado: Qua Jun 14, 2006 5:45 pm
Los nuevos misiles chilenos y la superioridad naval regional
Abr-27-06 - por Ignacio J. Osacar - Coordinador de la Comisión de Defensa del CENMLa compra realizada por Chile de dos submarinos clase Scorpene, el "O´Higgins" y el "Carreras", significa un incremento cualitativo del poder naval de este país en la región. Esta clase de submarinos pueden ser armados, de acuerdo a la misión que deba realizar, con torpedos, misiles o minas. Los torpedos y en menor medida las minas están asociados históricamente a la capacidad del submarino para destruir naves de superficie, otros submarinos o a negar vías navegables; sin que la aproximación al blanco o el lanzamiento de sus armas pueda ser detectada o neutralizada fácilmente. La capacidad ofensiva del submarino es limitada por el corto alcance relativo de sus armas, los que se incrementaron significativamente con la aparición del misil.
Durante la guerra fría los submarinos soviéticos y de la OTAN, principalmente norteamericanos, montaron permanentes guardias cerca de las costas de la URSS o EEUU portando misiles balísticos nucleares, que eran apuntados a blancos estratégicos, y comprometían gran cantidad de medios aéreos y navales antisubmarinos para su detección y seguimiento. La amenaza del submarino misilístico constituye la más importante en términos estratégicos, por su capacidad ofensiva sorpresiva y porque al ejecutar el disparo sumergido, facilita su posterior evasión y escape hacia aguas más seguras.
En la región no existen misiles estratégicos de ningún tipo, sin embargo en el campo de las armas misilísticas tácticas convencionales, donde constan importantes antecedentes históricos durante la guerra de Malvinas, donde las fuerzas argentinas destruyeron la fragata británica "Sheffield" y el portacontenedores "Atlantic Conveyor", con misiles aire-superficie Exocet AM-39 y averiaron seriamente a la fragata "Glamorgan" con un misil superficie-superficie Exocet MM-40, desde un improvisado lanzador costero.
La capacidad más importante del misil es su alcance y velocidad, lo que permite ser lanzado desde el aire, tierra o mar a distancias seguras para el lanzador, fuera del alcance efectivo de los sistemas defensivos del blanco. Los torpedos más usados por las armadas de la región tienen poco alcance en relación con los misiles. Ajustado a su máxima velocidad, el británico Tigerfish Mk 24 alcanza 20 Km, el SST-4 alemán 13 Km, el A-184 italiano 11 Km y el Mk 46 estadounidense 7 Km; si bien cuando son reajustados para desarrollar menores velocidades, los alcances casi se duplican, aunque también se incrementan las probabilidades de que el blanco lo evada maniobrando, o bien lo destruya con armas de alta cadencia de fuego. No obstante en la actualidad todos estos torpedos poseen subsistemas computarizados que los dirigen hacia el blanco (acústicos, filoguiados, etc) y que les otorgan alta probabilidad de impacto. La característica saliente del torpedo esta dada por la gran cabeza explosiva que porta; podemos citar que es de 340 Kg en el Tigerfish, 260 Kg la del SST-4, 250 Kg en el A-184 y 44 Kg la del Mk 46, las cuales detonando bajo la línea de flotación pueden destruir con seguridad cualquier nave moderna.
Las Armadas de Argentina, Brasil, Chile, y Perú cuentan con misiles de origen francés Exocet, en la versión superficie-superficie MM-40 (de 50 Km de alcance, velocidad de 930 Km/p/h y 165 Kg de explosivo) y la aire-superficie AM-39, que de acuerdo a la altura desde la que se lance, puede alcanzar hasta 70 Km. Las Armadas de Ecuador y Colombia solo disponen de la versión MM-40. El Uruguay también dispone de MM-40 pero se aprecia que no se encuentran operables por razones de mantenimiento. El Perú y Venezuela son los dos únicos países que cuentan con el misil superficie-superficie italo-francés Otomat con un alcance mucho mayor (casi 180 Km a 600 Km/p/h y 210 Kg de explosivo), pero que necesita el monitoreo de su trayectoria por otro buque o un helicóptero a los 40 Km (curvatura de la tierra) como cualquier misil con alcance "más allá del horizonte" que sea empleado por un país que no cuente con satélite propio. También Brasil complementa sus Exocet con los aire-superficie y superficie-superficie británicos Sea Skua (20 Km de alcance a 800 Km/p/h y 20 Kg de explosivo) de menores dimensiones, adecuado para lanchas rápidas y helicópteros. El arsenal chileno cuenta con misiles superficie-superficie israelí Gabriel (30 Km de alcance a 600 Km/p/ h y 100 Kg de explosivo).
Las recientes adquisiciones de Chile incorporaran dos nuevas armas, al misil estadounidense superficie-superficie y aire-superficie, Harpoon II (de más de 100 Km de alcance, a 900 Km/p/h y 100 Kg de explosivo) y el misil francés submarino-superficie Exocet SM-39, que si bien cuenta con las mismas prestaciones esenciales que las otras versiones de esa familia en cuanto a alcance, velocidad, carga explosiva y sistemas de guiado, puede ser lanzado con el submarino sumergido, que lo hace único entre los misiles en servicio en la región.
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El Scorpene posee 2 de sus 6 tubos lanzatorpedos especialmente diseñados para lanzar el SM-39. Una vez lanzado el misil por eyección neumática, este sube a la superficie, se desprende de la envoltura impermeable, enciende el motor inicial durante 1 segundo, que lo saca del agua y lo posiciona horizontalmente para el vuelo, seguidamente enciende el motor principal durante 3 segundos, que lo impulsa en una trayectoria al ras del agua, hasta que impacta el blanco. Dado que el misil puede penetrar el blanco antes del consumo total del motor, el combustible remanente se suma a la potencia destructiva de la cabeza explosiva.
El alcance de 50 Km le permite al submarino entrar en acción mientras permanece fuera del alcance de los equipos de detección y, lo que es más importante, de los sistemas de armas de las naves de superficie enemigos. El fabricante manifiesta que el lanzamiento del misil impone pocas restricciones en cuanto a profundidad de navegación, curso y velocidad para el lanzamiento, asimismo manifiesta que la altura de encendido del motor inicial por sobre la superficie del agua es muy baja, reduciendo así las probabilidades de detección del lanzamiento.
Dado que los parámetros de vuelo del misil son cargados en el momento del lanzamiento a un sistema inercial, este no puede ser interferido por los sistemas electrónicos de la defensa y desviarlo durante el vuelo, y recién en el segmento final de su trayectoria se activa el sistema de guiado por radiofrecuencia, el que realiza las últimas correcciones al blanco. Una vez que el misil ha sido lanzado, el submarino puede abandonar la zona o lanzar un segundo misil al mismo blanco o a otro. Las características de diseño de sus componentes permiten que se facilite el mantenimiento y la disposición de repuestos entre las diferentes versiones de misiles Exocet.
Se le atribuye a este sistema excepcionales prestaciones, como la de ser vulnerable a contramedidas electrónicas de la defensa solo durante unas escasas décimas de segundo previo al impacto, poder volar a escasa altura sobre la superficie del agua, y seleccionar alternativas de blanco automáticamente en caso de errar el blanco principal. En el empleo táctico el sistema permite también el disparo simultáneo de salvas convergentes o divergentes que se aproximen al blanco desde distintas direcciones para saturar las defensas, realizar maniobras finales evasivas para eludir misiles de corto alcance y cañones de tiro rápido, además de neutralizar contra contramedidas electrónicas sofisticadas.
Uno de los aspectos salientes es la posibilidad del sistema para ajustar la altitud de vuelo rasante, con escasa participación humana previa al lanzamiento, debido a la corrección computarizada automática. No obstante las condiciones del mar en proximidades del blanco, el manejo del procedimiento de tiro, la optimización de la trayectoria y la existencia de obstáculos en el lugar del lanzamiento influyen y relativizan ciertas prestaciones.
A diferencia de otros modelos de la familia Exocet, que han sido probados exitosamente en combate, y que como consecuencia fueron adoptados por muchos países en todo el mundo, esta versión no registra experiencias publicadas de su eficiencia de empleo.
La incorporación de naves principales de superficie y nuevos submarinos, la adquisición de misiles como el Harpoon II y el Exocet SM-39, y la continuidad de un plan de adquisiciones en el futuro, que no se limita a la renovación de material obsoleto, le otorgan al poder naval chileno una considerable superioridad sobre otros países de la región, en especial sus vecinos, brindando la capacidad táctica ofensiva necesaria, no solo para defender sus aguas jurisdiccionales y la Zona Económica Exclusiva sino también para operar en otras regiones, en forma unilateral o combinadamente, si sus intereses estratégicos internacionales así lo requirieren.
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