Cisne Branco: volando con el viento
3-3-2010 | La Marina Brasileña lo construyó para que participe de los
acontecimientos náuticos más importantes del mundo. Hoy es parte de la
regata del Bicentenario.
Comandante del "Cisne Branco".
BUENOS AIRES - Cuando se le pregunta por el secreto de su éxito, el
comandante del “Cisne Branco”, capitán de mar y guerra Renato Batista
de Melo, sonríe y explica: “Todas las maniobras de velas se hacen como
se hacían en los clipper del siglo XIX, que eran navíos veloces”.
Y agrega: “La estrategia que usamos en la regata fue navegar próximos
a la costa, próximos a Santa Catarina. Preferí, por el análisis de la
meteorología, aprovechar los vientos del este y sudeste que serían los
mejores por el tipo de navío, y fue lo que aconteció”.
El velero desarrolla una velocidad máxima a vela de 17,5 nudos (unos
32 kilómetros por hora) lo que lo convierte en una de las
embarcaciones más veloces de las que se encuentran participando de
“Velas Sudamérica 2010”. El día que arribaron a Mar del Plata
navegaban a una velocidad promedio de 13-14 nudos.
Eso le valió ganar la Cinta Azul en la primera regata disputada entre
Río de Janeiro y Mar del Plata, por ser el primero en cruzar la línea
de llegada; y también obtuvo el primer lugar en la clasificación
general por haber computado el mejor tiempo corregido entre todos los
participantes y fue el primero en su categoría (A-3).
“Los hombres de mar, y especialmente los del mundo de la vela, nos
entendemos mucho, sentimos las mismas alegrías y tristezas,
independientemente del país del que seamos”, manifestó el capitán
Batista de Melo.
El más nuevo de los participantes
El velero fue incorporado a la Marina de Brasil el 4 de febrero de
2000 con la finalidad de representarla en grandes encuentros náuticos
nacionales e internacionales, fomentar la conciencia marítima en la
sociedad y difundir las tradiciones navales.
En Mar del Plata, como en otras partes del mundo, “nos recibieron muy
bien, no porque seamos el ‘Cisne Branco’, sino porque este tipo de
navíos causa admiración –dijo–. Además se suma el interés por el
intercambio; la gente quiere conocernos."
Si bien el “Cisne Branco” no es un buque escuela –función que cumple
la fragata (destructor) “Brasil”, especialmente construida para tal
fin–, tiene capacidad para embarcar hasta 24 tripulantes para
entrenamiento. Es para todo el personal en formación, principalmente
los cadetes de la Escuela Naval, y para estudiantes universitarios que
quieran saber más sobre el mar y la Marina.
Por caso, sus 18 kilómetros de cabos que sirven para maniobrar las
velas implican un trabajo en equipo que preserva las tradiciones de
los históricos veleros y brinda a los hombres de mar la oportunidad de
desarrollar la confianza en sus compañeros. Sus 76 metros de eslora
albergan 59 tripulantes.
En el año de su incorporación participó de los festejos por los 500
años del descubrimiento de Brasil, realizando el cruce del Atlántico
exactamente como lo había hecho su descubridor, Pedro Álvares Cabral.
Una moneda de 1939 con la imagen del almirante Tamandaré, patrono de
la Marina de Brasil, fue asentada en la base del palo principal del
“Cisne Branco”. Cumple con una antigua tradición griega que decía que
la moneda de cada navío serviría para pagar a las divinidades, en caso
de naufragio, el traslado de las almas de los tripulantes al paraíso.
Para saber más acerca de este buque de la Marina de Brasil podés
entrar a
www.cisnebranco.mar.mil.br.