P 79 VENCEDORA (ex-F 36 VENCEDORA)
Serie Descubierta
P75 Descubierta 1978
P76 Infanta Elena 1980
P77 Infanta Cristina 1980
P78 Cazadora 1981
P79 Vencedora 1982
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CARACTERISTICAS ANTES DO "DOWNGRADE":
Desplazamiento: 1,640 ton apc
Dimensiones: 88.9 x 10.4 x 5.2 metros
Propulsión: 4 diesel Bazan-MTU 16V956; 16,000 cv, 2 hélices
Tripulación: 115
Radar: DA-05 aéreo
Sonar: DE-1160B casco
EW: Elsag Mk-1000, Ceselsa DENEB y ELNATH, Inisel CANOPUS, SLQ-25 Nixie
Armamento: 8 Harpoon SSM, 1 lanzador óctuple Sea Sparrow (24 misiles Sea Sparrow en F-31 a 34 ó Aspide en las F-35 y 36, recarga manual), 1 76 mm OTO DP, 2 40mm/70 AA, 1 mortero ASW de 375 mm, 2 tlt triples ASW de 325 mm
Historia:
La F-30 es, sin duda, la más española de las series de escoltas de la Armada. Aunque los equipos de estas corbetas son de orígenes muy diversos: holandés los radares, alemán los motores, italiano, sueco y estadounidense el armamento… la F-30 es un buque de diseño español, aunque aprovechando el poso tecnológico que dejó en Bazan la construcción de las corbetas Joao Coutinho de la armada portuguesa (diseñadas en Alemania). Además, la F-30 está en el origen de la expansión internacional de Bazan, ya que fue el primer buque moderno de combate diseñado en España que se exportó (dos unidades a Egipto y otra a Marruecos, como se verá más adelante).
El origen del proyecto F-30 está en la 2ª fase del Plan Naval de finales de los 60, que preveía la construcción de una serie larga (12 unidades) de escoltas costeros. Tras diversas vicisitudes, la serie a construir se redujo a ocho unidades (mas otra que encargó Marruecos). Sin embargo, las dos ultimas unidades de la serie no llegaron a entrar en servicio con la Armada, ya que se cedieron para ser vendidas a Egipto a cambio del compromiso del gobierno de sustituirlas por dos fragatas más de la clase F-80 (que al final acabarían siendo sólo una: la Reina Sofía, F-84).
Las F-30 son, sin duda, unos buques magníficos, con buenas características marineras y un potente armamento; pero capaces de realizar únicamente las funciones para las que fueron diseñadas: la escolta de convoyes en zonas costeras o restringidas. A pesar de esta limitación, impuesta por su pequeño tamaño, la falta de helicóptero, de sistemas de enlace de datos y de sonar de profundidad variable, la escasez de escoltas en la Armada ha obligado frecuentemente a asignarlas a misiones de mayor envergadura, con más pena que gloria. Así, durante la Guerra del Golfo, todas las unidades de la serie pasaron por el Mar Rojo, participando en la vigilancia del embargo decretado por Naciones Unidas contra Irak. Sin embargo, las limitaciones ya expuestas reducen de forma importante su efectividad en el caso de ser asignadas al Grupo de Combate o a flotillas de la OTAN, aunque en alguna ocasión han llegado a participar en la STANAVFORMED. Así mismo, han participado en innumerables maniobras nacionales y de la OTAN, demostrando que son unos magníficos buques costeros, con una limitada capacidad oceánica.
Las F-30 cuentan con una importante capacidad de lucha antisuperficie, similar o superior a la de casi todas las fragatas en servicio en el mundo. La capacidad antiaérea está también al nivel de la mayoría de los buques de mayor porte (aunque en la Armada Española las fragatas de las clases 70 y 80 cuentan con mayor capacidad antiaérea, gracias al sistema Standard de medio alcance). Sin embargo, donde más se nota su vocación costera es en la capacidad antisubmarina, donde la falta de un helicóptero y de un sonar de profundidad variable les sitúa en una posición inferior a la mayoría de las fragatas al uso.
Se puede decir, en conclusión, que las F-30 son buques en perfecta vigencia, con un razonable margen de vida disponible, y que cumplen con brillantez con su papel en aguas restringidas (como el estrecho de Gibraltar, el Mediterráneo occidental o, incluso, el Mar Rojo o el Adriático). Así mismo, pueden actuar perfectamente en zonas costeras del archipiélago canario, pero ni por su tamaño ni por sus medios electrónicos pueden compararse a sus hermanas mayores de las series 70, 80 o, en el futuro, a la F-100.
Las F-30 permanecerán en servicio aún bastantes años, siendo la fecha más probable de su retiro en torno al año 2010, cuando probablemente les sustituirán buques de mayor porte (quizá las F-110), que puedan asumir sin cortapisas la labor de escoltas oceánicos. Sin embargo, tampoco es descartable que, en su momento, sean sustituidas por buques ligeros, que mantengan sus funciones actuales en la Armada Española.