Después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, el gobierno mexicano decidió fortalecer los esquemas de protección y vigilancia de instalaciones críticas, principalmente las plataformas de extracción de petróleo en el Golfo.
Tras una intensa evaluación gubernamental sobre la mejor forma para proteger la integridad de las plataformas de un eventual ataque terrorista, diversos sistemas de armas fueron integrados para lograr tal cometido.
Con ello, la Armada de México (Marina) se enfrascó en un profundo plan de modernización que debería estar en sintonía con las nuevas amenazas globales. Con una visión a futuro, la Marina adquirió dos buques a Israel armados con misiles Gabriel MK-II, aceleró la modernización de los helicópteros Mi-17 dotándolos de radares y sistemas FLIR, diseñó e inició la construcción de una nueva clase de buques de vigilancia oceánica, modificó sus CASA C-212 Aviocar a patrulla marítima con el sistema FITS, compró sistemas de defensa antiaérea rusos IGLA para las plataformas petroleras, instaló una Base Naval en ultramar (Ixtoc-Alfa) y, finalmente, adquirió tres aviones Hawkeye de alerta temprana.
Con estas adquisiciones y desarrollos nacionales (como el caso del buque patrulla oceánica clase Oaxaca), la Armada de México logró desarrollar un sistema de protección y disuasión como nunca antes lo había hecho.
Por otro lado, el pasado mes de diciembre de 2005 la Marina y PEMEX anunciaron la compra en conjunto de radares de vigilancia aérea Thales Raytheon Systems Sentinel AN/MPQ-64, que enviarán información en tiempo real a dos estaciones receptoras de Comando y Control.
Con la adquisición de estos equipos y en conjunto con los ya existentes se puede pensar que la totalidad de la Sonda de Campeche será vigilada de manera integral.
Sin embargo, un componente sigue faltando para cubrir la totalidad del esquema de vigilancia y control, a decir, aviones interceptores. En este sentido, diversos reportes señalan que la Marina tenía la intención de comprar 8 aviones Albatros a la República Checa, pero la falta de presupuesto terminó por cancelar la compra.
Por otro lado, a fines del año pasado la Marina anunció que estaba considerando otras opciones, a fin de determinar el mejor equipo para las tareas de vigilancia e intercepción. Elementos navales visitaron la fábrica de Saab para evaluar el JAS-39 Gripen, al tiempo de viajar a Rusia para hacer lo propio con el Sukhoi Su-27.
Hasta el momento, no se ha anunciado ninguna compra formal y diversos especialistas confirman que será difícil que ésta se realice en el transcurso del 2006.
Así pues, la Marina ha integrado un sistema de vigilancia y control sumamente efectivo, garantizando la protección de la infraestructura más vital para la Seguridad Nacional de México. Habrá que esperar para que la compra de equipo de vuelo se materialice, pero podremos estar seguros que, al menos ahora, la Sonda de Campeche está mucho mejor protegida que hace tan sólo 5 años.
Fonte: Defesanet
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