Vou colocar o texto que está no fórum deles.
Un caza nacional en el siglo 21
Desde aquel sueño de lograr la soberanía tecnológica de nuestra aviación, no se volvió a intentar hacer otro caza nacional, más allá de algunas intenciones que no pasaron de un tablero de dibujo.
También vale recordar que mientras se hacían planes de desarrollo del Pulqui II a largo plazo, la Fuerza Aérea iria renovando su flota de aviones de combate mediante la incorporación de 100 Gloster Meteor. Entre el caza definitivo Pulqui II a fabricarse en Córdoba y la baja de la flota de cazas de ese momento, el Gloster Meteor sería el avión intermedio que cubríria el hueco hasta la llegada de ese avión definitivo. Si lo traspolamos a la época actual, entre la baja de la flota de aviones Mirage y la llegada de un caza definitivo, el Pampa cubriría ese vacío.
Cabe preguntarse cuàl serà el “caza definitivo”, si será comprado en el exterior o si saldrà de la planta en Córdoba. En 1947 existía una conciencia nacional por desarrollar un caza autóctono y su fracaso años después hizo que esa conciencia nacional desaparezca, hasta nuestros dìas ¿serà posible recuperarla?
Según altas fuentes de la fuerza aérea, la inversión a realizar para adquirir un caza de última generación en el exterior, la cifra a invertir sería cercana a los 3000 millones de dólares para remplazar la flota actual de aviones Mirage de más de 40 años de antigüedad, a eso hay que agregarle otra cifra cercana para remplazar a la flota del A-4AR estimando su baja para la próxima década y cuyo diseño data de la década del 60, mientras la Armada todavía mantiene, con mucha restricción, una escuadrilla de cazabombarderos con una antigüedad de 33 años. En definitiva y debido a la obsolescencia del parque de aviones de combate de nuestras FFAA, deberá preveer una importante inversión cercana a los 6000/8000 millones de dólares en los próximos 15 años o de lo contrario desaparecerán los aviones de combate de nuestras FFAA, una cifra extremadamente grande como para dejar afuera a la industria aeronáutica argentina y que desequilibraría en mucho la balanza de pagos externa.
Nuestro país inició una carrera junto a países que hoy dominan la tecnología aeronáutica y en especial de aviones de combate de última generación como por ejemplo Suecia. Para recuperar el camino perdido en todos estos años, más de medio siglo, no alcanza solo con tener deseos y voluntad política, sino que lo podremos recuperar mediante la capacidad de investigación y desarrollo de todos los dominios, el desarrollo de grandes programas de investigación, un programa de cooptación de ingenieros argentinos que trabajan en las fábricas aeronáuticas más importantes del mundo, debemos tener el objetivo estratégico de participar en programas aeronáuticos internacionales, tanto en forma directa como proveedor bajo la modalidad “off-set” para compras de material aeronáutico en el exterior. La reactivación del proyecto IA-63 Pampa debe servir de punto de partida, desarrollar un cluster tecnológico o red de proveedores de insumos y aeropartes en cercanías de la fábrica, montar una planta de motores y todos los componentes que conforman una plataforma aérea.
a) Desarrollo de grandes programas de investigación
b) programa de transferencia de tecnología
c) Participación en programas aeronáuticos internacionales
d) Montar una planta de motores
e) Desarrollo de una red de proveedores locales
f) Condiciones econòmico- financieras que acompañen al proyecto
Desarrollo de grandes programas de investigación
Existen planes en marcha para promover el conocimiento y la tecnología aplicada a la industria para la defensa con todas las empresas y organismos del estado y privados tales como INVAP, Nostromo, CITEDEF, IUA, CONAE, CNEA, etc por el cual el estado ejercerá el control del manejo de los puntos críticos de la tecnología. La historia reciente del conflicto por Malvinas muestra que la puesta a punto del material, códigos fuente o equipos de última tecnología no tuvimos el acceso a nuestra disposición o lo en algunos casos llegaron a fallar en medio del conflicto.
Con el liderazgo de INVAP se lleva adelante el proyecto Sistema Aéreo Robótico Argentino (SARA) que pretende generar UAV clases II y III para el MinDef y el MinSeg. La empresa INVAP es la indicada para liderar la meta de alcanzar la soberanía tecnológica y este proyecto tiene una “hoja de ruta tecnológica" que serán el camino para las tecnologías que se desarrollarán. La carga útil a portar por los UAV , navegación, aviònica y la propulsión seràn estas "tecnologías sensibles".
Acá se va a aplicar el know how desarrollado en tecnología de radares. También el desarrollo de propulsores, que al principio serán importados, mientras las Pymes locales, ya ingresadas al programa, desarrollan un propulsor local. Lo mismo con el piloto automático y el radar de apertura sintética. En el caso de las cámaras, una pequeña empresa Cordobesa que hoy en día se encuentra trabajando en conjunto con INVAP, desarrollando una cámara giroestabilizada (tipo FLIR) para la Policía Federal desarrollará una cámara con destino a los UAV nacionales. Esta cámara, dispone de un telémetro laser importado, el que a su vez será sustituido por uno nacional que el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF), ya comenzó a desarrollar.
INVAP además ha decidido incursionar en el negocio de las modernizaciones de aeronaves y se encuentra trabajando en el desarrollo de aviónica. En el futuro aspira a desarrollar de radares para aviones de combate y UCAV (a largo plazo, 10 o más años) tal como lo marca la “hoja de ruta” tecnológica del proyecto SARA.
Programa de transferencia de tecnología
La instrumentación del off-set y transferencia de tecnología es la herramienta para obtener la transferencia de tecnología y de recursos humanos de alta calificación con expertise en el desarrollo de tecnologías inherentes a un avión de combate. Esta herramienta es la más frecuente cuando se realizan compras al exterior, ya que nuestras FFAA ya no pueden comprar “cajas cerradas” y deben tener acceso a la tecnología que se les vende y también debe incluir la asistencia técnica. Pero además deberemos contar con recursos humanos propios y los ingenieros aeronáuticos argentinos que trabajan por el mundo en las empresas fabricantes más importantes en el mundo como Boeing, Lockheed, Embraer, EADS, etc, tal como a finales de la SGM fueron cooptados los ingenieros alemanes.
Desde el año 2010 el Ministerio de Ciencia y Tecnología y la Dirección Nacional de Migraciones inició un programa para orientar a los investigadores argentinos que regresen al país con sus familias extranjeras (esposa y/o hijos nacidos en el exterior) y respecto de la regularización de la situación migratoria en el país. Esta medida está destinada a la repatriación de científicos, llamado RAICES (Red de Argentinos Investigadores y Científicos en el Exterior) sirve también para promover la cooperación científica y las estadías cortas de científicos extranjeros en el país. A través de este programa ya se han repatriado cerca de 800 científicos argentinos en el exterior.
Este programa puede hacerse extensivo a los ingenieros aeronáuticos argentinos en el exterior y atraer a aquellos que trabajen en las más importantes fábricas aeronáuticas
Participación en programas aeronáuticos internacionales
La cooperación industrial con fábricas de otros países es una oportunidad que puede responder a este objetivo. En este sentido el acuerdo entre FAdeA y Embraer, para de calificar como proveedor de aeropartes para la fábrica brasileña en el programa de desarrollo de un avión de transporte militar KC-390 le permite a la fábrica incorporar maquinaria de nueva tecnología, materiales compuestos y adaptar las normas de fabricación a estándares internacionales.
Montar una planta de motores
El Pulqui I estaba propulsado por un Rolls Royce Derwent V de 1587 kg de empuje, el mismo que propulsaba al Gloster Meteor, para el Pulqui II se preveía instalar un motor más potente, el Rolls Royce Nene II de 2200 kg de empuje. Se llegó a montar una fábrica de motores bajo licencia utilizando conjuntos de piezas importadas pero no del modelo que se necesitaba para el Pulqui. No se fabricaron motores a reacción que eran necesarios, ya que Rolls Royce no cedía su licencia de fabricación.
En muchos casos pueden asociarse con empresas del mercado de la aviación y que potencialmente se encargarán en de diseñar y desarrollar equipos y sistemas principales ( aviónica, radares, equipos hidráulicos, metalúrgicas y empresas de laminados, materiales compuestos, tren de aterrizaje, etc.), luego la integración de todas estas que serán los pilares del programa y al mismo tiempo generarán sus propios proveedores, en una red que conformará una gran cadena de valor asociado.
Condiciones econòmico- financieras que acompañen al proyecto
Para que el proyecto sea sustentable, además de apoyo desde la política, debe sobrevivir a un entorno por lo general desfavorable, de escases de recursos. Las condiciones imperantes en nuestro tiempo, dista mucho de las condiciones existentes en 1948, que debieron enfrentar el equipo de desarrollo del Pulqui II, desde el punto de vista económico, la situación Argentina es mucho más favorable, a futuro está estimado que la suba de los comodities seguirán en alza a largo plazo como hasta ahora.
Según el ex presidente del Banco Central Mario Blejer, con políticas claras a largo plazo, la Argentina “podría ser la Arabia Saudita de la alimentación”, porque –según calculó– la demanda de ese sector a nivel mundial crecerá 20% durante la próxima década. “El factor clave de la agroindustria es el tema de la seguridad alimentaria global. Se habla mucho de largo plazo y en este campo es donde la Argentina puede jugar un rol fundamental. La minería presenta un futuro promisorio en la Argentina, sumado a la extensas reservas de Litio y el hallazgo de yacimientos de petróleo no convencional (el tercero más grande del mundo).
Lo que sí se requiere es de una mayor organización y acuerdo entre todo el arco político, para evitar antagonismos como en aquellos años, este proyecto requerirá de varios períodos de gobierno y de sustentabilidad. Hoy ya no existe más el “partido militar” como aquella época, un proyecto así debe contar con el consenso mayoritario de los partidos políticos, aunque en buena medida, cuando se reestatizó la ex FMA, contó con el voto unánime de las dos cámaras, apoyando en todos los casos el desarrollo aeronáutico, tanto el oficialismo como la oposición.
La integración de estas tecnologías y el apoyo desde el arco político puede darle a nuestra industria aeronáutica el auge que tuvo en 1947 y que nos llevó a liderar en la región y en el mundo la tecnología aeronáutica.