felipexion escreveu:Túlio escreveu:Como assim? Morreu em cana...
![[005]](./images/smilies/005.gif){kind=small}
O regime militar na argentina não conseguiu aprovar uma lei de anistia geral e irrestrita, antes de deixar o poder?
Para ONDE vai a ARGENTINA?
Moderador: Conselho de Moderação
-
augustoviana75
- Intermediário
- Mensagens: 167
- Registrado em: Sáb Abr 24, 2010 2:54 pm
- Agradeceram: 4 vezes
Re: Para ONDE vai a ARGENTINA?
O regime militar na argentina não conseguiu aprovar uma lei de anistia geral e irrestrita, antes de deixar o poder?
-
Túlio
- Site Admin
- Mensagens: 61348
- Registrado em: Sáb Jul 02, 2005 9:23 pm
- Localização: Tramandaí, RS, Brasil
- Agradeceram: 6597 vezes
- Contato:
Re: Para ONDE vai a ARGENTINA?
Não, lá eles conseguiram perder uma guerra e serem corridos do poder, nossos Militares não são tão TROUXAS... 
“Look at these people. Wandering around with absolutely no idea what's about to happen.”
P. Sullivan (Margin Call, 2011)
P. Sullivan (Margin Call, 2011)
-
augustoviana75
- Intermediário
- Mensagens: 167
- Registrado em: Sáb Abr 24, 2010 2:54 pm
- Agradeceram: 4 vezes
Re: Para ONDE vai a ARGENTINA?
Receberam um indulto do Menen q foi revertido posteriormente.
El hijo de mil putas asesino Jorge Rafael Videla, digno militar argentino, acaba de morirse. Murió, por suerte, en una cárcel. Su desaparición –su desaparición– es un alivio para todos. Es raro que una muerte sea una alegría, pero sí. Algunos, en estos momentos, lamentan que no haya sufrido como sus víctimas. Sin ánimo ni posibilidad de comparar, yo creo que sufrió mucho al ver que los ricos argentinos que lo habían impulsado y apoyado cuando su gobierno torturaba y mataba, después lo abandonaron con su clásica cara de yo no fuí.
Pero esa es otra discusión, que habrá que seguir con más tiempo. Mientras, quiero recordar aquí la única vez que lo ví. En 1991 el indulto del ahora senador Carlos Menem –apoyado por el resto del gobierno y los gobernadores, muchos de ellos en distintos espacios de poder ahora– lo había soltado.
El general Videla estaba libre y unos amigos me dijeron que se paseaba muchas mañanas por la Costanera Sur, que entonces –previo a Puerto Madero– era un lugar muy marginal.
Allí fuimos, Rafael Calviño y yo, a buscarlo. Como podrán ver en estas líneas, al final lo encontramos, tuvimos una breve charla. Después, durante años, tantas veces me pregunté qué razón, qué miedo, qué idea del periodismo o de la vida me impidieron partirle mi grabador en la cabeza. O, por lo menos, intentarlo.
Videla Gym
Eran justo las ocho y media cuando el 504 dobló desde Cangallo despacito, tranquilo, y tomó por la costanera hacia el fondo, hacia la fragata Sarmiento. El coche era gris, reciente, absolutamente discreto; sólo tenía una antena de más.
Liliana Heker y Ernesto Imas me lo habían dicho un par de días antes.
– Cuando lo ví por primera vez no lo pude creer. En realidad no lo ví, lo escuché. Estaba haciendo flexiones y de pronto escuché una voz muy seca, muy cortante, que me dice: "Buenos días – Señor". Ahí levanté la cabeza y lo ví, y creo que todavía me dura la impresión.
Dijo Imas. Y Heker dijo que no sabían qué hacer.
– Queríamos que se supiera, nos parecía terrible que este señor anduviera trotando por acá como si nada hubiera pasado.
Una antena de más no es gran cosa en estos tiempos. Adentro del coche –C1386767– había una señora obesa, un gorila reventón y un hombre flaco y de bigotes que manejaba con la ventanilla abierta, empapándose del fresco de la mañana. El ex–general, ex–presidente, ex–salvador de la patria, ex–convicto y ex–asesino Jorge Rafael Videla se dirigía, como todos los lunes, miércoles y viernes, a cumplir con sus ejercicios matinales.
– Empezó a aparecer a fines de octubre –había dicho Imas. Y desde entonces no faltó nunca.
A Calviño y a mí el coche nos tomó de sorpresa. Aunque lo esperábamos, se nos debe haber notado el escalofrío de verlo, porque, en vez de parar, el coche siguió de largo, dió la vuelta y enfiló hacia la Ciudad deportiva de Armando. Creímos que lo habíamos perdido: yo pensaba que, al menos, le habíamos arruinado su mañana sportiva, y ya imaginaba piquetes de voluntarios que pasearían distraídamente por todos los lugares que el hombre suele frecuentar, tanto como para joderle un poco la vida.
Lo esperamos un rato más, y no volvía. Al final, empezamos a caminar hacia la glorieta de Luis Viale. Casi llegando encontramos el coche; al lado, recostado contra la baranda de la costanera, el goruta leía en la Crónica el empate de Boca; un poco más allá, sobre el césped del boulevard, el ex resoplaba por el esfuerzo de unos abdominales.
– No voy a hacer declaraciones. Estoy realizando mi actividad diaria.
Hacía un rato que yo caminaba a su lado. El forzaba el paso y fingía no escucharme. Yo gritaba:
– ¿Pero no le preocupa estar así en un lugar público?
– ¿Usted tendría miedo?
– Yo no he hecho lo que usted ha hecho.
– Son cuestiones de criterio.
Dijo, tajante, sin haberme mirado ni una vez, y se largó a correr, revoleando las piernas flacas. Va solo; el guardaespaldas se quedó con la Crónica y él trota, tranquilo, como quien silbara. Usa un short azul, una camiseta celeste y en la mano tiene una toalla que se pasa de tanto en tanto por la frente. Para un señor de sus años y sus muertes, su estado físico es notable. Aunque el sudor y la agitación le marcan las venas de las sienes, que palpitan como si prometieran un estallido.
El lugar es idílico, muy verde y casi desierto. Hay jacarandás en flor, un sol benigno, voces de muchos pájaros. En medio del boulevard, entre los árboles, un grupo de chicos de colegio se está rateando con gritos y empujones. El ex pasa a su lado, alguien lo reconoce y todo el grupo se inmoviliza, enmudece, se congela.
– Yo lo mato con la indiferencia.
Dirá, más tarde, un petiso de rodillera roja y pelo corto, uno de los habitués.
– A mí me mata que el tipo corra como si fuera uno más, con todo lo que hizo, pero lo mejor es matarlo con la indiferencia.
– Sí, porque se ve que te mira como tratando de que lo reconozcas, de que le digas algo.
– Sí, te desafía.
– No, quiere que lo saludes. Al principio se quedaba allá en el fondo, cerca de la fragata, pero ahora se animó y se viene hasta acá, ya ganó confianza.
Dirá otro corredor, un cuarentón de canas bien peinadas y jogging impecable, sin sudores.
– Yo acá vengo a correr y el resto no me importa, viste.
Aclarará uno de rulos rubios atados en una colita y musculosa verde con vivos amarillos.
Pero ahora el ex sigue con el trote, suave, sostenido, y un diariero que pasaba en bicicleta se le ha puesto a la par y lo cubre de elogios. No se oyen las palabras pero se entienden los gestos, las sonrisas. Desde un camión también lo saludan y el ex responde, con el brazo en alto.
– El otro día él venía corriendo adelante mío y yo pisé medio fuerte, para ver qué pasaba, y él se dió vuelta enseguida, se sobresaltó. El tipo debe tener miedo, con el pasado que tiene.
Dirá el del jogging impecable.
– A mí no me da un asco especial, no más que cualquier milico –dirá, ya casi al final, un pelado de sesenta, muy bronceado, que se bajará de un renault 18 con sus pantalones cortos y su acento reo–. Porque a mí no me hizo nada, ni a ningún familiar mío, así que yo contra él no tengo nada. La verdad que es un pobre tipo que no lo dejan tranquilo, que tiene que andar con custodia, mirar para todos lados.
La costanera sur es un vestigio de otros tiempos, de otro país. Una ruina de lo que la patria iba a ser cuando tenía un futuro, una parte de la ciudad que la naturaleza está recuperando poco a poco. Aquí ha instalado su cabeza de puente la vanguardia de los yuyos que algún día serán Buenos Aires. En la glorieta coquetona, muy fin de siglo, el doctor Luis Viale, que hace ciento veinte años le ofreció su salvavidas a una dama en un naufragio para poder ahogarse como un caballero, sigue tirando el mismo salvavidas a un yuyal florecido por los calores. Aquí, el mundo se ha detenido en aquel gesto de bronce, inútil, perfectamente innecesario. Más allá, más tarde, otra corredora, treinta años largos y mallita stretch, rubiona de tintorería, interpelará al pelado:
– No es un pobre tipo, es un asesino condenado por la Justicia.
– ¿Qué justicia? ¿La misma que lo largó? La justicia sólo sirve para condenar a los pobres tipos. La justicia largó a estos y a los otros, en cambio mirá a Monzón, que tuvo un desliz y sigue adentro. Lo que no me explico es lo de la iglesia. A este todos lo condenan y después va el obispo y lo bendice. Uno se pregunta si ese obispo representa al mismo Dios en el que yo creo. ¡Qué arrogancia, por favor, qué arrogancia!
Dirá el pelado, y el de la indiferencia, de vuelta de otra vuelta, se acercará trotando.
– El otro día el tipo éste pasaba por al lado del campo de deportes del colegio Buenos Aires y a los pibes se les fue la pelota a la calle. Entonces lo vieron y le gritaron tío, tío, tirá la pelota. Y el tipo fue y se la tiró. Los pibes ni lo reconocieron, pero yo me quedé pensando que al final el tipo se tuvo que arrodillar para agarrar la pelota igual que yo, igual que cualquiera se tuvo que arrodilar, te das cuenta?
El ex vuelve caminando desde el sur. Al rato se le suma su mujer, que se escapa en cuanto ve a Calviño con el tele en ristre. Me pregunto por qué habrá elegido este lugar. Su casa está en Figueroa Alcorta, al lado de los bosques de Palermo, pero es probable que aquello resulte demasiado público. Acá, en cambio, no hay más que un grupito de habitués que incluye a varios oficiales del Ejército que vienen desde el Comando en jefe; entre ellos, el general Martín Balza. Pero, de todas formas, hay algo de desafiante en el hecho de correr en un paseo público, no ocultarse en un club, en una quinta. Como quien reivindicara el derecho de usar una ciudad que fue suya. Como quien no temiese a los piquetes de paseantes que le fueran ocupando los espacios, expulsándolo de los espacios que fueron suyos cuando era la muerte.
El ex ya está llegando a la glorieta, con la vena muy hinchada.
– Si yo hubiera hecho lo que hizo usted, tendría mucho miedo.
– Si usted hubiera hecho algo, no estaría acá.
Dice, en un gruñido, sin mirarme, y no termino de entender la amenaza. Lo sigo, diciéndole estúpidamente que la repita, que la repita si se atreve, pero él camina hacia el coche donde lo espera el ropero. No me queda mucho más, él se está yendo y sólo por respeto me parece que debería gritarle algo. Entonces le grito asesino y él se da vuelta, me mira, entra en el coche. Como todos los lunes, miércoles y viernes, a las nueve, en Cangallo y Costanera.
(Este texto se publicó en un diario que entonces se llamaba Página/12. Al otro día se formaron grupos para ir a la Costanera Sur a interceptarlo y el dictador -pobre consuelo- no pudo usarla más.)
Actualización: comentaristas me reprochan que no diga que Videla murió preso por la política de derechos humanos de este gobierno. Es cierto. También es cierto que el doctor Kirchner era gobernador menemista en 1991, cuando el entonces presidente Menem amnistió a Videla y sus adláteres, y no esbozó la menor crítica -que muchos manifestamos en las calles. También parece cierto que la acumulación de esas y otras manifestaciones hizo que el doctor y su esposa entendieran que cambiar su política con respecto a los dictadores sería bienvenido por una parte importante de la sociedad. Y que les serviría para poner en segundo plano otros aspectos mucho menos populares de sus gobiernos.
El hijo de mil putas asesino Jorge Rafael Videla, digno militar argentino, acaba de morirse. Murió, por suerte, en una cárcel. Su desaparición –su desaparición– es un alivio para todos. Es raro que una muerte sea una alegría, pero sí. Algunos, en estos momentos, lamentan que no haya sufrido como sus víctimas. Sin ánimo ni posibilidad de comparar, yo creo que sufrió mucho al ver que los ricos argentinos que lo habían impulsado y apoyado cuando su gobierno torturaba y mataba, después lo abandonaron con su clásica cara de yo no fuí.
Pero esa es otra discusión, que habrá que seguir con más tiempo. Mientras, quiero recordar aquí la única vez que lo ví. En 1991 el indulto del ahora senador Carlos Menem –apoyado por el resto del gobierno y los gobernadores, muchos de ellos en distintos espacios de poder ahora– lo había soltado.
El general Videla estaba libre y unos amigos me dijeron que se paseaba muchas mañanas por la Costanera Sur, que entonces –previo a Puerto Madero– era un lugar muy marginal.
Allí fuimos, Rafael Calviño y yo, a buscarlo. Como podrán ver en estas líneas, al final lo encontramos, tuvimos una breve charla. Después, durante años, tantas veces me pregunté qué razón, qué miedo, qué idea del periodismo o de la vida me impidieron partirle mi grabador en la cabeza. O, por lo menos, intentarlo.
Videla Gym
Eran justo las ocho y media cuando el 504 dobló desde Cangallo despacito, tranquilo, y tomó por la costanera hacia el fondo, hacia la fragata Sarmiento. El coche era gris, reciente, absolutamente discreto; sólo tenía una antena de más.
Liliana Heker y Ernesto Imas me lo habían dicho un par de días antes.
– Cuando lo ví por primera vez no lo pude creer. En realidad no lo ví, lo escuché. Estaba haciendo flexiones y de pronto escuché una voz muy seca, muy cortante, que me dice: "Buenos días – Señor". Ahí levanté la cabeza y lo ví, y creo que todavía me dura la impresión.
Dijo Imas. Y Heker dijo que no sabían qué hacer.
– Queríamos que se supiera, nos parecía terrible que este señor anduviera trotando por acá como si nada hubiera pasado.
Una antena de más no es gran cosa en estos tiempos. Adentro del coche –C1386767– había una señora obesa, un gorila reventón y un hombre flaco y de bigotes que manejaba con la ventanilla abierta, empapándose del fresco de la mañana. El ex–general, ex–presidente, ex–salvador de la patria, ex–convicto y ex–asesino Jorge Rafael Videla se dirigía, como todos los lunes, miércoles y viernes, a cumplir con sus ejercicios matinales.
– Empezó a aparecer a fines de octubre –había dicho Imas. Y desde entonces no faltó nunca.
A Calviño y a mí el coche nos tomó de sorpresa. Aunque lo esperábamos, se nos debe haber notado el escalofrío de verlo, porque, en vez de parar, el coche siguió de largo, dió la vuelta y enfiló hacia la Ciudad deportiva de Armando. Creímos que lo habíamos perdido: yo pensaba que, al menos, le habíamos arruinado su mañana sportiva, y ya imaginaba piquetes de voluntarios que pasearían distraídamente por todos los lugares que el hombre suele frecuentar, tanto como para joderle un poco la vida.
Lo esperamos un rato más, y no volvía. Al final, empezamos a caminar hacia la glorieta de Luis Viale. Casi llegando encontramos el coche; al lado, recostado contra la baranda de la costanera, el goruta leía en la Crónica el empate de Boca; un poco más allá, sobre el césped del boulevard, el ex resoplaba por el esfuerzo de unos abdominales.
– No voy a hacer declaraciones. Estoy realizando mi actividad diaria.
Hacía un rato que yo caminaba a su lado. El forzaba el paso y fingía no escucharme. Yo gritaba:
– ¿Pero no le preocupa estar así en un lugar público?
– ¿Usted tendría miedo?
– Yo no he hecho lo que usted ha hecho.
– Son cuestiones de criterio.
Dijo, tajante, sin haberme mirado ni una vez, y se largó a correr, revoleando las piernas flacas. Va solo; el guardaespaldas se quedó con la Crónica y él trota, tranquilo, como quien silbara. Usa un short azul, una camiseta celeste y en la mano tiene una toalla que se pasa de tanto en tanto por la frente. Para un señor de sus años y sus muertes, su estado físico es notable. Aunque el sudor y la agitación le marcan las venas de las sienes, que palpitan como si prometieran un estallido.
El lugar es idílico, muy verde y casi desierto. Hay jacarandás en flor, un sol benigno, voces de muchos pájaros. En medio del boulevard, entre los árboles, un grupo de chicos de colegio se está rateando con gritos y empujones. El ex pasa a su lado, alguien lo reconoce y todo el grupo se inmoviliza, enmudece, se congela.
– Yo lo mato con la indiferencia.
Dirá, más tarde, un petiso de rodillera roja y pelo corto, uno de los habitués.
– A mí me mata que el tipo corra como si fuera uno más, con todo lo que hizo, pero lo mejor es matarlo con la indiferencia.
– Sí, porque se ve que te mira como tratando de que lo reconozcas, de que le digas algo.
– Sí, te desafía.
– No, quiere que lo saludes. Al principio se quedaba allá en el fondo, cerca de la fragata, pero ahora se animó y se viene hasta acá, ya ganó confianza.
Dirá otro corredor, un cuarentón de canas bien peinadas y jogging impecable, sin sudores.
– Yo acá vengo a correr y el resto no me importa, viste.
Aclarará uno de rulos rubios atados en una colita y musculosa verde con vivos amarillos.
Pero ahora el ex sigue con el trote, suave, sostenido, y un diariero que pasaba en bicicleta se le ha puesto a la par y lo cubre de elogios. No se oyen las palabras pero se entienden los gestos, las sonrisas. Desde un camión también lo saludan y el ex responde, con el brazo en alto.
– El otro día él venía corriendo adelante mío y yo pisé medio fuerte, para ver qué pasaba, y él se dió vuelta enseguida, se sobresaltó. El tipo debe tener miedo, con el pasado que tiene.
Dirá el del jogging impecable.
– A mí no me da un asco especial, no más que cualquier milico –dirá, ya casi al final, un pelado de sesenta, muy bronceado, que se bajará de un renault 18 con sus pantalones cortos y su acento reo–. Porque a mí no me hizo nada, ni a ningún familiar mío, así que yo contra él no tengo nada. La verdad que es un pobre tipo que no lo dejan tranquilo, que tiene que andar con custodia, mirar para todos lados.
La costanera sur es un vestigio de otros tiempos, de otro país. Una ruina de lo que la patria iba a ser cuando tenía un futuro, una parte de la ciudad que la naturaleza está recuperando poco a poco. Aquí ha instalado su cabeza de puente la vanguardia de los yuyos que algún día serán Buenos Aires. En la glorieta coquetona, muy fin de siglo, el doctor Luis Viale, que hace ciento veinte años le ofreció su salvavidas a una dama en un naufragio para poder ahogarse como un caballero, sigue tirando el mismo salvavidas a un yuyal florecido por los calores. Aquí, el mundo se ha detenido en aquel gesto de bronce, inútil, perfectamente innecesario. Más allá, más tarde, otra corredora, treinta años largos y mallita stretch, rubiona de tintorería, interpelará al pelado:
– No es un pobre tipo, es un asesino condenado por la Justicia.
– ¿Qué justicia? ¿La misma que lo largó? La justicia sólo sirve para condenar a los pobres tipos. La justicia largó a estos y a los otros, en cambio mirá a Monzón, que tuvo un desliz y sigue adentro. Lo que no me explico es lo de la iglesia. A este todos lo condenan y después va el obispo y lo bendice. Uno se pregunta si ese obispo representa al mismo Dios en el que yo creo. ¡Qué arrogancia, por favor, qué arrogancia!
Dirá el pelado, y el de la indiferencia, de vuelta de otra vuelta, se acercará trotando.
– El otro día el tipo éste pasaba por al lado del campo de deportes del colegio Buenos Aires y a los pibes se les fue la pelota a la calle. Entonces lo vieron y le gritaron tío, tío, tirá la pelota. Y el tipo fue y se la tiró. Los pibes ni lo reconocieron, pero yo me quedé pensando que al final el tipo se tuvo que arrodillar para agarrar la pelota igual que yo, igual que cualquiera se tuvo que arrodilar, te das cuenta?
El ex vuelve caminando desde el sur. Al rato se le suma su mujer, que se escapa en cuanto ve a Calviño con el tele en ristre. Me pregunto por qué habrá elegido este lugar. Su casa está en Figueroa Alcorta, al lado de los bosques de Palermo, pero es probable que aquello resulte demasiado público. Acá, en cambio, no hay más que un grupito de habitués que incluye a varios oficiales del Ejército que vienen desde el Comando en jefe; entre ellos, el general Martín Balza. Pero, de todas formas, hay algo de desafiante en el hecho de correr en un paseo público, no ocultarse en un club, en una quinta. Como quien reivindicara el derecho de usar una ciudad que fue suya. Como quien no temiese a los piquetes de paseantes que le fueran ocupando los espacios, expulsándolo de los espacios que fueron suyos cuando era la muerte.
El ex ya está llegando a la glorieta, con la vena muy hinchada.
– Si yo hubiera hecho lo que hizo usted, tendría mucho miedo.
– Si usted hubiera hecho algo, no estaría acá.
Dice, en un gruñido, sin mirarme, y no termino de entender la amenaza. Lo sigo, diciéndole estúpidamente que la repita, que la repita si se atreve, pero él camina hacia el coche donde lo espera el ropero. No me queda mucho más, él se está yendo y sólo por respeto me parece que debería gritarle algo. Entonces le grito asesino y él se da vuelta, me mira, entra en el coche. Como todos los lunes, miércoles y viernes, a las nueve, en Cangallo y Costanera.
(Este texto se publicó en un diario que entonces se llamaba Página/12. Al otro día se formaron grupos para ir a la Costanera Sur a interceptarlo y el dictador -pobre consuelo- no pudo usarla más.)
Actualización: comentaristas me reprochan que no diga que Videla murió preso por la política de derechos humanos de este gobierno. Es cierto. También es cierto que el doctor Kirchner era gobernador menemista en 1991, cuando el entonces presidente Menem amnistió a Videla y sus adláteres, y no esbozó la menor crítica -que muchos manifestamos en las calles. También parece cierto que la acumulación de esas y otras manifestaciones hizo que el doctor y su esposa entendieran que cambiar su política con respecto a los dictadores sería bienvenido por una parte importante de la sociedad. Y que les serviría para poner en segundo plano otros aspectos mucho menos populares de sus gobiernos.
Re: Para ONDE vai a ARGENTINA?
Texto do jornal CRONICA no dia da vitória sobre a Holanda. Bom que se diga que a época esse jornal como os outros eram totalmente censurados e só publicavam o que interessava aos militares.
Chora, Brasil, chora
A bronca dos brasileiros chegou a tal ponto que – segundo um cabo da ANSA – no Rio de Janeiro se esgotaram as provisões de bandeiras e bandeirinhas com as cores da Holanda. Todos os “macacos”, sem exceção, ressentidos como nunca por sua eliminação da Copa do Mundo (graças aos seis “pepinos” da Argentina contra o Peru) esperavam confiados que os “laranjas” fizessem justiça (?). Pobrezinhos! O time de Menotti demonstrou que nenhum tipo de discussão que o MUNDO FUTEBOLÍSTICO tem uma só cor: o da bandeira nacional, celeste e branca.
[...] “O Brasil terminou como uma viúva virgem. Não perdeu nenhuma partida, mas perdeu com seu jogo apático e conservador, que valeu um descolorido terceiro lugar”. Assim de lapidário foi o comentário do jornalista e ex-treinador João Saldanha, quando lhe perguntaram sua opinião sobre a seleção dirigida por Coutinho. Sobre os argentinos, assinalou: “Todos os campeões têm algo que os caracteriza. Argentina jogou com força e coração, e teve a seu favor um público capaz de mover montanhas”. (p. 21)
Chora, Brasil, chora
A bronca dos brasileiros chegou a tal ponto que – segundo um cabo da ANSA – no Rio de Janeiro se esgotaram as provisões de bandeiras e bandeirinhas com as cores da Holanda. Todos os “macacos”, sem exceção, ressentidos como nunca por sua eliminação da Copa do Mundo (graças aos seis “pepinos” da Argentina contra o Peru) esperavam confiados que os “laranjas” fizessem justiça (?). Pobrezinhos! O time de Menotti demonstrou que nenhum tipo de discussão que o MUNDO FUTEBOLÍSTICO tem uma só cor: o da bandeira nacional, celeste e branca.
[...] “O Brasil terminou como uma viúva virgem. Não perdeu nenhuma partida, mas perdeu com seu jogo apático e conservador, que valeu um descolorido terceiro lugar”. Assim de lapidário foi o comentário do jornalista e ex-treinador João Saldanha, quando lhe perguntaram sua opinião sobre a seleção dirigida por Coutinho. Sobre os argentinos, assinalou: “Todos os campeões têm algo que os caracteriza. Argentina jogou com força e coração, e teve a seu favor um público capaz de mover montanhas”. (p. 21)
-
Túlio
- Site Admin
- Mensagens: 61348
- Registrado em: Sáb Jul 02, 2005 9:23 pm
- Localização: Tramandaí, RS, Brasil
- Agradeceram: 6597 vezes
- Contato:
Re: Para ONDE vai a ARGENTINA?
Perdemos Copas, eles perdem GUERRAS! 
“Look at these people. Wandering around with absolutely no idea what's about to happen.”
P. Sullivan (Margin Call, 2011)
P. Sullivan (Margin Call, 2011)
-
Túlio
- Site Admin
- Mensagens: 61348
- Registrado em: Sáb Jul 02, 2005 9:23 pm
- Localização: Tramandaí, RS, Brasil
- Agradeceram: 6597 vezes
- Contato:
Re: Para ONDE vai a ARGENTINA?
É, é por aí também... 
“Look at these people. Wandering around with absolutely no idea what's about to happen.”
P. Sullivan (Margin Call, 2011)
P. Sullivan (Margin Call, 2011)
Re: Para ONDE vai a ARGENTINA?
Estão dizendo que irão embarcar o Papa Francisco num Ec-725, entao ja viu ne se voar sobre a agua cai dai a argentina imediatamente nos declara guerra e seremos obrigados a baixar o porrete e diminuir o nariz empinado daquela gentinha
Re: Para ONDE vai a ARGENTINA?
Nada mais irônico do que um cara que fez MERDA a vida inteira ter morrido cagando.... ah, a vida!
"Eu detestaria estar no lugar de quem me venceu."
Darcy Ribeiro (1922 - 1997)
Darcy Ribeiro (1922 - 1997)
Re: Para ONDE vai a ARGENTINA?
A serviço do povo 1: Diretoria da estatal petrolífera YPF concede a seus diretores aumento salarial de 67%.
Re: Para ONDE vai a ARGENTINA?
Uruguai quer ser Aliança do Pacífico e Argentina continua surpreendendo Brasil
Próxima reunião do Mercosul, no dia 28 de junho, em Montevidéu, no Uruguai, será realizada sob a sombra da Aliança do Pacífico – bloco comercial dos países banhados por este oceano – e da desconfiança.
O vice-presidente do Uruguai, Danilo Astori, reiterou, esta semana, o que disse, em maio, na reunião em Cali, na Colômbia – que seu País quer passar de observador a possível candidato a membro pleno desta integração.
"Hoje, somos Estado observador (da Aliança) e pretendemos chegar, quanto antes, a Estado candidato a membro pleno", disse.
Nesta Aliança, todos têm Tratado de Livre Comércio com os Estados Unidos.
O gesto mostra, novamente, a insatisfação do Uruguai com o ritmo do Mercosul, bloco criado em 1991, apontado como “com barreiras demais” nos bastidores do governo uruguaio.
A insatisfação uruguaia não é nova. A novidade é seu interesse explícito pela Aliança do Pacifico, o que promete ser um dos assuntos – pelo menos nos corredores – da reunião do Mercosul, em Montevidéu.
A Aliança do Pacifico reúne Chile, Peru, Colômbia, México, interessados em intensificar a relação entre eles e com os Países asiáticos.
Em casa, o Mercosul registrou nos últimos dez anos crescimento no comércio bilateral entre Brasil e Argentina, os dois maiores sócios do bloco.
Esse comércio saltou de US$ 7 bilhões para US$ 40 bilhões, como destacou o embaixador do Brasil em Buenos Aires, Enio Cordeiro, em sua despedida, em maio, no Ministério das Relações Exteriores da Argentina.
Esse comércio é baseado, principalmente, no setor industrial – nas duas pontas, como observou o economista Marcelo Elizondo, da consultoria DNI.
E nesta área a produção industrial é decisiva. Mais de cinqüenta por cento dos veículos fabricados este ano na Argentina foram vendidos para o Brasil. Em 2013, foram fabricados 331.089 veículos e desse total 159 mil foram exportados para o mercado brasileiro.
Os automóveis – cuja nova frota é visível nos países do bloco, incluindo o Uruguai onde até pouco reinavam carros antigos – são apenas uma das faces desta integração.
Nos últimos anos, empresas argentinas investiram no Brasil e brasileiras bateram recorde de investimentos neste País vizinho. O Brasil foi o maior investidor direto na Argentina após a histórica crise de 2001.
Mas aí surgiu o fator desconfiança e efeitos de medidas internas do governo a presidente da Argentina, Cristina Kirchner, que provocaram, por exemplo, queda nos lucros – um dos argumentos nos bastidores da Petrobras para ter planejado a venda da empresa, o que foi congelada após as confusas e duvidosas informações em torno de seu principal interessado, o empresário Cristóbal López, ligado ao Kirchnerismo.
Esta semana, para intensificar esta desconfiança, o governo argentino anunciou a estatização das linhas de trem operadas pela brasileira ALL (América Latina Logística), desde o fim dos anos noventa.
A empresa já estaria planejando deixar a Argentina. Mas o que surpreendeu empresários e executivos brasileiros foi a forma como a medida foi anunciada – sem aviso prévio ao Brasil.
O fato ocorreu quando a Vale ainda é lembrada como o – quase – maior símbolo de um dos maiores investimentos estrangeiros na Argentina, dos últimos tempos.
A companhia de mineração suspendeu investimento bilionário e nada mudou após a visita da presidente Dilma Rousseff à Buenos Aires, onde se reuniu com a colega Cristina Kirchner – “querida amiga”, como diz publicamente.
Como disse um observador brasileiro - "Amigos, amigos, negócios a parte", é a fórmula que parece gerar sombras na área dos investimentos. A confiança – ou a falta dela - promete ser uma das principais pautas da próxima reunião do Mercosul.
http://www.clarin.com/br/Uruguai-Alianc ... 07145.html
Próxima reunião do Mercosul, no dia 28 de junho, em Montevidéu, no Uruguai, será realizada sob a sombra da Aliança do Pacífico – bloco comercial dos países banhados por este oceano – e da desconfiança.
O vice-presidente do Uruguai, Danilo Astori, reiterou, esta semana, o que disse, em maio, na reunião em Cali, na Colômbia – que seu País quer passar de observador a possível candidato a membro pleno desta integração.
"Hoje, somos Estado observador (da Aliança) e pretendemos chegar, quanto antes, a Estado candidato a membro pleno", disse.
Nesta Aliança, todos têm Tratado de Livre Comércio com os Estados Unidos.
O gesto mostra, novamente, a insatisfação do Uruguai com o ritmo do Mercosul, bloco criado em 1991, apontado como “com barreiras demais” nos bastidores do governo uruguaio.
A insatisfação uruguaia não é nova. A novidade é seu interesse explícito pela Aliança do Pacifico, o que promete ser um dos assuntos – pelo menos nos corredores – da reunião do Mercosul, em Montevidéu.
A Aliança do Pacifico reúne Chile, Peru, Colômbia, México, interessados em intensificar a relação entre eles e com os Países asiáticos.
Em casa, o Mercosul registrou nos últimos dez anos crescimento no comércio bilateral entre Brasil e Argentina, os dois maiores sócios do bloco.
Esse comércio saltou de US$ 7 bilhões para US$ 40 bilhões, como destacou o embaixador do Brasil em Buenos Aires, Enio Cordeiro, em sua despedida, em maio, no Ministério das Relações Exteriores da Argentina.
Esse comércio é baseado, principalmente, no setor industrial – nas duas pontas, como observou o economista Marcelo Elizondo, da consultoria DNI.
E nesta área a produção industrial é decisiva. Mais de cinqüenta por cento dos veículos fabricados este ano na Argentina foram vendidos para o Brasil. Em 2013, foram fabricados 331.089 veículos e desse total 159 mil foram exportados para o mercado brasileiro.
Os automóveis – cuja nova frota é visível nos países do bloco, incluindo o Uruguai onde até pouco reinavam carros antigos – são apenas uma das faces desta integração.
Nos últimos anos, empresas argentinas investiram no Brasil e brasileiras bateram recorde de investimentos neste País vizinho. O Brasil foi o maior investidor direto na Argentina após a histórica crise de 2001.
Mas aí surgiu o fator desconfiança e efeitos de medidas internas do governo a presidente da Argentina, Cristina Kirchner, que provocaram, por exemplo, queda nos lucros – um dos argumentos nos bastidores da Petrobras para ter planejado a venda da empresa, o que foi congelada após as confusas e duvidosas informações em torno de seu principal interessado, o empresário Cristóbal López, ligado ao Kirchnerismo.
Esta semana, para intensificar esta desconfiança, o governo argentino anunciou a estatização das linhas de trem operadas pela brasileira ALL (América Latina Logística), desde o fim dos anos noventa.
A empresa já estaria planejando deixar a Argentina. Mas o que surpreendeu empresários e executivos brasileiros foi a forma como a medida foi anunciada – sem aviso prévio ao Brasil.
O fato ocorreu quando a Vale ainda é lembrada como o – quase – maior símbolo de um dos maiores investimentos estrangeiros na Argentina, dos últimos tempos.
A companhia de mineração suspendeu investimento bilionário e nada mudou após a visita da presidente Dilma Rousseff à Buenos Aires, onde se reuniu com a colega Cristina Kirchner – “querida amiga”, como diz publicamente.
Como disse um observador brasileiro - "Amigos, amigos, negócios a parte", é a fórmula que parece gerar sombras na área dos investimentos. A confiança – ou a falta dela - promete ser uma das principais pautas da próxima reunião do Mercosul.
http://www.clarin.com/br/Uruguai-Alianc ... 07145.html
"O correr da vida embrulha tudo,
a vida é assim: esquenta e esfria,
aperta e daí afrouxa,
sossega e depois desinquieta.
O que ela quer da gente é coragem."
João Guimarães Rosa
a vida é assim: esquenta e esfria,
aperta e daí afrouxa,
sossega e depois desinquieta.
O que ela quer da gente é coragem."
João Guimarães Rosa
-
WalterGaudério
- Sênior
- Mensagens: 13539
- Registrado em: Sáb Jun 18, 2005 10:26 pm
- Agradeceram: 201 vezes
Re: Para ONDE vai a ARGENTINA?
TODA VEZ QUE EU LEIA ALGO DESSE NAIPE SOBRE A ARGENTINA EM RELAÇÃO A NÓS, EU ME LEMBRO DA FADEa NO PROJETO KC 390
Só há 2 tipos de navios: os submarinos e os alvos...
Armam-se homens com as melhores armas.
Armam-se Submarinos com os melhores homens.
Os sábios PENSAM
Os Inteligentes COPIAM
Os Idiotas PLANTAM e os
Os Imbecis FINANCIAM...
Armam-se homens com as melhores armas.
Armam-se Submarinos com os melhores homens.
Os sábios PENSAM
Os Inteligentes COPIAM
Os Idiotas PLANTAM e os
Os Imbecis FINANCIAM...
-
BrasilPotência
- Sênior
- Mensagens: 1390
- Registrado em: Ter Jul 17, 2012 5:04 pm
- Localização: São Paulo - SP
- Agradeceram: 82 vezes
Re: Para ONDE vai a ARGENTINA?
WalterGaudério escreveu:TODA VEZ QUE EU LEIA ALGO DESSE NAIPE SOBRE A ARGENTINA EM RELAÇÃO A NÓS, EU ME LEMBRO DA FADEa NO PROJETO KC 390
Bem lembrado.
Brava Gente, Brasileira!!!
-
NettoBR
- Sênior
- Mensagens: 2773
- Registrado em: Sáb Abr 28, 2012 10:36 am
- Localização: Ribeirão Preto-SP
- Agradeceram: 320 vezes
Re: Para ONDE vai a ARGENTINA?
Por incerteza, empresas brasileiras desistem da Argentina
Inflação e dificuldade para enviar divisas para o Brasil motivaram as companhias a pisar no freio. Desinteresse em permanecer no país levou ALL a descumprir contrato
Brasil Econômico | Atualizada às 06/06/2013 09:29:19
A cassação das concessões ferroviárias da América Latina Logística (ALL) na Argentina não foi uma surpresa para a companhia, que já esperava, desde 2011, o desfecho anunciado ontem pelo governo Cristina Kirchner. A incerteza jurídica e o ambiente econômico conturbado vêm provocando problemas para grandes empresas que operam no país, a maior parte com dificuldades para reduzir a exposição ou se desfazer de suas operações locais.
A ALL operava, desde 1999, oito mil quilômetros de linhas férreas na Argentina. Nos últimos anos, tentava se desfazer dos ativos. Em documento divulgado ao mercado em 2011, admite que não vinha cumprindo com suas obrigações contratuais, conforme denunciado anteontem pelo ministro argentino dos transportes, Florencio Randazzo.
“As Concessionárias Argentinas (nome dado pela empresa às suas operações no país) não estão cumprindo certos aspectos relevantes de suas concessões, incluindo a obrigação de realizar os pagamentos mensais do valor da concessão (...), podendo resultar na imposição, pelo governo argentino, de penalidades sobre as Concessionárias Argentinas”, afirma o texto divulgado pela empresa em 2011.
O desânimo com a situação no país é reflexo do “cenário político e econômico”, segundo informou a companhia em nota oficial. “A Argentina tem adotado medidas extremas, muitas vezes não tão formais, que criam muitas dificuldades para atuação das empresas”, analisa Antônio Gambelini, advogado especializado em direito internacional do escritório Siqueira Castro. As restrições à compra de dólar e às importações e o tabelamento de preços são apontadas por analistas como medidas que prejudicam a atuação de empresas brasileiras.
A JBS Friboi, por exemplo mantém fechadas quatro de suas cinco unidades no país. No ano passado, conseguiu se desfazer de uma sexta unidade por US$ 16,5 milhões. Agora, espera compradores para os outros ativos. A ALL também tentou vender suas concessões, mas diante da deterioração do cenário econômico, não teve sucesso na busca por interessados. Para o banco Merril Lynch, a reestatização das ferrovias acaba sendo positiva para a companhia, que não tinha mais interesse no negócio.
A Petrobras também fracassou ao buscar compradores para ativos na Argentina, em operação prevista no plano de desinvestimento anunciado no ano passado. No final de maio, a empresa anunciou a suspensão do processo de venda de ativos no país, alegando que não recebeu propostas adequadas - segundo rumores, um dos interessados era o grupo Indalo, do empresário Cristóbal Lopes, ligado à família Kirchner.
Situação semelhante deve se repetir com a Vale, que desistiu de produzir potássio na mina Rio Colorado, alegando aumento de custos, em um incidente que provocou faíscas nas relações entre Brasil e Argentina. A desistência do foi anunciada em março e, segundo fontes, a companhia ainda tem esperança em encontrar um comprador, para recuperar pelo menos parte dos US$ 2 bilhões que já gastou no projeto.
A conjuntura argentina não tem prejudicado apenas grandes companhias. Segundo fontes do Itamaraty, são muitas as consultas de pequenas empresas com dificuldades para importar produtos ou repatriar recursos para o Brasil, por conta das restrições impostas pelo governo local no último ano. “No panorama atual, é necessária uma ação política do governo brasileiro, que pode ser mais eficaz para o investidor brasileiro do que ações em outros fóruns jurídicos”, diz Gambelini.
Fonte: http://economia.ig.com.br/empresas/2013 ... ntina.html
Inflação e dificuldade para enviar divisas para o Brasil motivaram as companhias a pisar no freio. Desinteresse em permanecer no país levou ALL a descumprir contrato
Brasil Econômico | Atualizada às 06/06/2013 09:29:19
A cassação das concessões ferroviárias da América Latina Logística (ALL) na Argentina não foi uma surpresa para a companhia, que já esperava, desde 2011, o desfecho anunciado ontem pelo governo Cristina Kirchner. A incerteza jurídica e o ambiente econômico conturbado vêm provocando problemas para grandes empresas que operam no país, a maior parte com dificuldades para reduzir a exposição ou se desfazer de suas operações locais.
A ALL operava, desde 1999, oito mil quilômetros de linhas férreas na Argentina. Nos últimos anos, tentava se desfazer dos ativos. Em documento divulgado ao mercado em 2011, admite que não vinha cumprindo com suas obrigações contratuais, conforme denunciado anteontem pelo ministro argentino dos transportes, Florencio Randazzo.
“As Concessionárias Argentinas (nome dado pela empresa às suas operações no país) não estão cumprindo certos aspectos relevantes de suas concessões, incluindo a obrigação de realizar os pagamentos mensais do valor da concessão (...), podendo resultar na imposição, pelo governo argentino, de penalidades sobre as Concessionárias Argentinas”, afirma o texto divulgado pela empresa em 2011.
O desânimo com a situação no país é reflexo do “cenário político e econômico”, segundo informou a companhia em nota oficial. “A Argentina tem adotado medidas extremas, muitas vezes não tão formais, que criam muitas dificuldades para atuação das empresas”, analisa Antônio Gambelini, advogado especializado em direito internacional do escritório Siqueira Castro. As restrições à compra de dólar e às importações e o tabelamento de preços são apontadas por analistas como medidas que prejudicam a atuação de empresas brasileiras.
A JBS Friboi, por exemplo mantém fechadas quatro de suas cinco unidades no país. No ano passado, conseguiu se desfazer de uma sexta unidade por US$ 16,5 milhões. Agora, espera compradores para os outros ativos. A ALL também tentou vender suas concessões, mas diante da deterioração do cenário econômico, não teve sucesso na busca por interessados. Para o banco Merril Lynch, a reestatização das ferrovias acaba sendo positiva para a companhia, que não tinha mais interesse no negócio.
A Petrobras também fracassou ao buscar compradores para ativos na Argentina, em operação prevista no plano de desinvestimento anunciado no ano passado. No final de maio, a empresa anunciou a suspensão do processo de venda de ativos no país, alegando que não recebeu propostas adequadas - segundo rumores, um dos interessados era o grupo Indalo, do empresário Cristóbal Lopes, ligado à família Kirchner.
Situação semelhante deve se repetir com a Vale, que desistiu de produzir potássio na mina Rio Colorado, alegando aumento de custos, em um incidente que provocou faíscas nas relações entre Brasil e Argentina. A desistência do foi anunciada em março e, segundo fontes, a companhia ainda tem esperança em encontrar um comprador, para recuperar pelo menos parte dos US$ 2 bilhões que já gastou no projeto.
A conjuntura argentina não tem prejudicado apenas grandes companhias. Segundo fontes do Itamaraty, são muitas as consultas de pequenas empresas com dificuldades para importar produtos ou repatriar recursos para o Brasil, por conta das restrições impostas pelo governo local no último ano. “No panorama atual, é necessária uma ação política do governo brasileiro, que pode ser mais eficaz para o investidor brasileiro do que ações em outros fóruns jurídicos”, diz Gambelini.
Fonte: http://economia.ig.com.br/empresas/2013 ... ntina.html
"Todos pensam em mudar o mundo, mas ninguém pensa em mudar a si mesmo."
Liev Tolstói
Liev Tolstói